martes, 5 de febrero de 2008

CUESTIÓN DE GÜEVOS..

Driblaba que daba gusto y no había Dios (quizás Maradona sí) que le quitara el balón de los pies. Encima era buena gente, defendía siempre al débil y se enfrentaba a matones-armarios de doce años cuando su persona contaba sólo diez. Podría haber llegado muy lejos en el fútbol (y en la vida) si el mundo funcionara lógicamente. Pero en el mundo la lógica se pisa con dinero igual que "el tinglao" pisa la ilusión de la gente con el martillo de la sinrazón. El "tinglao" anula todo lo que se salga del tiesto.
Así su historia quedó en casi nada, fue creciendo y la gente odió su talento, su capacidad para superar a cualquiera. La envidia y el miedo de los demás a quedar en "evidencia" ante su habilidad, nunca antes vista, acabó por asesinar su ilusión.

Driblaba que daba gusto y no había Dios que le quitara el balón de los pies. Podría haber llegado muy lejos en el fútbol (y en la vida) pero resulta que se llamaba Manuela y que en vez de cojones tenía ovarios.

2 comentarios:

Andrés Romero dijo...

Pues sí, con todo lo que se habló de ella en hace algún tiempo, en nada ha quedado la cosa.


Un abrazo, amgigo.

Guindilla Dutrera. dijo...

Este post no habla de Milene Dominguez esposa de Ronaldo, habla de una chica con la que compartí parte de mi niñez.Milena sí triunfó, precisamente de eso hablo, de lo dificultoso que es para una mujer esto del futbol.Sobre todo antes, en los tiempos de nuestra niñez.