viernes, 1 de febrero de 2008

LA SELECCIÓN ESPAÑOLA.


Estrujarse el cerebro en busca de explicaciones para las debacles futbolísticas hispanas no es nuevo, se escucha y se lee de todo, se hacen listas de convocados, se reivindica a jugadores que no van y se condena a los que no debieran ir pero van. Opiniones para todos los gustos. Hoy me dió por ahí, por preguntarme: qué cojones le pasa a la selección.




Pienso que la figura de un entrenador nacional tiene mucha mas transcendencia en los resultados posteriores del equipo que la que tiene un entrenador de clubes. Es entrenador pero también selecciona y eso es determinante. Las simpatías a unos colores o a otros, los prejuicios o la prensa influyen y eso es negativo. En los últimos veinte años sólo Muñoz y Camacho me parecieron estar a la altura, si hubieramos seguido en esa constante, con ese perfil de entrenador, aunque fuera extranjero, la historia quizás hubiera sido diferente.




Y me refiero al tema de la "constancia". Ni Brasil gana todos los mundiales, ni Italia, ni Alemania, ni Argentina, pero han ganado unos cuantos. La característica común de estas selecciones se llama constancia. Constancia en la filosofía de juego y planteamientos. Planteamientos diseñados para ganar competiciones de siete partidos. Pienso que la mayoría de entrenadores que han pasado por la selección española no han hecho equipos diseñados para luchar en este tipo de competiciones. Cuando llega la hora de jugar un Mundial o una Eurocopa sólo importa el aquí y el ahora. La experiencia se convierte en aliada y en España, la experiencia se desprecia. Hay casos rotundos, como el de Sanchis, jubilado de la selección en pleno apogeo, en Italia no hubiera pasado, allí sería un Maldini. O ahora el caso Raul, o Guti. Jugadores determinantes que estarían en cualquier gran selección de Europa. Un mundial se gana machacando cada cuatro años una misma filosofía, a la tercera, la cuarta o la octava se besa el santo. Me refiero a que una competición de este tipo la puede ganar casi cualquiera con los planteamientos adecuados. Me refiero a que el Levante nunca en la vida ganará la liga española de primera división pero Grecia si puede ganar una Eurocopa.




A vueltas con el perfil del entrenador y para terminar, yo valoraría ante todo la neutralidad a la hora de escoger a los jugadores y la experiencia en grandes competiciones internacionales como la Champions, es esa competición la más parecida a un Mundial o a una Eurocopa. Muñoz y Camacho sí la tenían, en cambio Clemente, Saenz o Miera no llegaron a la vuelta de la esquina, ni como jugadores ni como entrenadores.




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