miércoles, 23 de enero de 2008

ESPINAS CLAVADAS. Parte I.


El 7 de julio de 1974 la Naranja Mecánica de Johan Cruiff se quedaba sin vitamina ante la Alemania de Beckenbauer. Era la final del mundial y Cruiff dejaba escapar el único título importante que le faltó a su carrera. Cuatro años mas tarde el holandés se negaba a jugar en Argentina y su selección, sin él, perdía la segunda final en un mundial. El "Canijo holandés" ganó 3 copas de Europa, 1 intercontinental, 3 balones de oro y un montón de ligas y pichichis. Como entrenador más de lo mismo, lo ganó todo con el Barsa y creó estilo. Su salud le impidió seguir y como consecuencia jamás conseguirá arrancarse la espina de ganar un mundial, aunque fuera como entrenador.



A Diego Armando Maradona le ocurrió justamente lo contrario. En el mundial de México el Pelusa elevaba el fútbol a lo mas alto, y lo elevó tanto que subió al cielo para decirle al Supremo, cara a cara, de Dios a Dios, que le echara una mano contra los omnipresentes ingleses. Y ocurrió que Argentina perdió en la guerra pero ganó en la cancha. Y ocurrió que Dios le echó una mano y que Maradona, en agradecimiento, marcó el gol mas divino del planeta fútbol. Lo que vino después es bien conocido y aunque su palmarés es acojonante nunca en la vida ganó una copa de Europa de clubes.



Y lo mismo que a Maradona le pasó a la Quinta del Buitre; que tras batir todos los records imaginables y ofrecer el mejor fútbol del momento se estampó con otra máquina aun más poderosa y que arrasó Europa en aquellos tiempos, el Milan. Y ocurrió que la Quinta ganó cinco ligas seguidas y que un mexicano acróbata llamado Hugo Sanchez batia records goleadores imposibles. Pero de copas de Europa nada de nada.



Y precisamente en el Milan jugaba un trio de ensueño formado por tres holandeses que hacían maravillas y que devolvían a Holanda la esperanza de ganar un mundial. Y entre los tres ganaron mas títulos que la Duquesa de Alba, incluso la Eurocopa de naciones en el 88. Holanda presentó una gran selección al mundial del 90, formada por el "trio calavera" y otros grandes como Koeman o Van Aerle pero la Alemania del grandioso Mathaus pudo mas y así la nueva versión de la "Naranja Mecánica" caía en octavos y seguía con la espina clavada.



En el caso de Matthaus la espina se llama copa de Europa de clubs, ya sabemos que, entre otras cosas, por aquel entonces el Milan era intratable en Europa así que el alemán tuvo que conformarse con ganar 7 bundesligas, 1 Mundial , 1 Eurocopa, etc, etc, etc...En el 87 llegó a la final con el Bayer de Munich tras eliminar a la Quinta del Buitre en semifinales, fue el partido del "pisotón" y parece como si los tacos de la bota de Juanito gafaran para siempre al alemán en la copa de Europa, el Oporto de Futre venció aquella final, clavando una espina en Matthaus que quizás pudiera arrancarse en un futuro, ya sea de entrenador.



Continuará....

No hay comentarios: